TU MAYOR DEFENSA
¡Esta será tu Mayor Defensa!
Fueron las palabras de mi tía
residente en los Estados Unidos, las que desde ese día retumban en mi cabeza:
“¿Qué fue lo que estudiaste? –Derecho. Ahí está, esta será tu mayor defensa".
–Me dijo.
¿Y por qué se suponía que debía
de armarme de valor y preparar una gran defensa? Porque no importa lo que
hagas, siempre habrá personas cuestionando tus pasos y no solo cuestionando tus
pasos, tratando de cambiar tus argumentos y tus convicciones por las de ellos.
En la carrera que estudié nos
moldean para muchas cosas, nos enseñan a preparar defensas en base a argumentos
sólidos, a utilizar medios de prueba que sustenten dichos argumentos, a refutar
al contrario, a interrogar a los testigos, mejor dicho a amarrar bien un caso para que un juez apoye mi tesis y me dé la razón.
Pero la magia del Derecho va más allá de aprender a preparar el caso de mi
cliente, es aplicarlo a mi vida como forma de defenderme ante los obstáculos
que pudieran presentarse.
Y no puedo negarles que es
difícil, que a veces nos duele no encontrar el apoyo de nuestros favoritos o de
las personas que más queremos, nos duele lanzarnos a un proyecto y que quienes
están a nuestro alrededor no crean en el mismo, que cuando hacemos algo que
está bien a nuestro criterio nos den la espalda, que exista tanta gente frívola
cuando solo necesitamos un poquito de comprensión. Pero que eso no nos
desanime, que eso solo nos de fuerzas y valor para continuar.
Por cuestiones de ética y de
respeto no suelo interrogar ni siquiera a mis amigos íntimos de sus asuntos
personales, de la adquisición de sus bienes, de la crianza de sus hijos, o de
su forma de vestir o hablar, mucho menos de sus gustos o intereses. Porque he
llegado a comprender que al final eso no me incumbe ni me afecta en lo
absoluto.
Nosotros somos nuestros propios
abogados. Tu mayor defensa en esta vida es continuar caminando con altura y
seguridad, pese a las complicaciones que en el camino te surgieran, sin
escuchar las voces negativas de personas que en nada aportan y haciendo tu
mayor esfuerzo, porque nadie estará tan orgulloso de ti cuando lo hayas logrado
que tú mismo.
Hoy me armo de valor y enfrento
este día y todos los de mi vida con la convicción de que tengo un Dios grande y
poderoso y de que nada de lo que otros quieran alegar o suponer debe afectarme.
Pero claro siempre preparada con respuestas coherentes, precisas y concisas en
caso de que fuera necesaria su utilización.
Recordemos la hermosa frase de
literatura universal que dice: “Ladran
Sancho, señal de que cabalgamos”. -Don Quijote de la mancha.
- Alfonsina Silverio Sosa
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