¿Qué tan empático soy?

Quizás el que conoce a la dulce Cristina hablando bien de su esposo e hijos, la considera muy educada, formal y con buen carácter, pero quien la conoce en ese estado de irritabilidad pensará que es pesada, aburrida y que siempre está de mal humor.

Se que muchas veces han escuchado dos comentarios acerca de una persona, por un lado la alaban y por otro lado la repudian por la misma razón y muchas veces se debe a las circunstancias en las que se conoce la persona.

Vamos a introducir el tema con un breve ejemplo: Cristina trabaja en el Departamento de Recursos Humanos de una prestigiosa empresa. Cristina recibe una llamada de su madre mientras trabaja, diciéndole que acaba de ver a su yerno siéndole infiel. Cristina se queda en shock y no puede creer como Arturo se atrevió a destruir la confianza de una relación que ya lleva 18 años. Cristina está molesta, irritada, no puede concentrarse, esto también le perjudica en su trato con los clientes.

Se que muchos pensarán que no por esa situación tiene derecho a maltratar a las personas o hablarles mal y están en lo cierto. Ahora bien si nos ponemos en el lugar de Cristina quizás no solo le habláramos mal a alguien, se que muchos por sus propios impulsos hasta romperían artículos de la empresa, tiraran al suelo su celular o computadora. Quizás el que conoce a la dulce Cristina hablando bien de su esposo e hijos, la considera muy educada, formal y con buen carácter, pero quien la conoce en ese estado de irritabilidad pensará que es pesada, aburrida y que siempre está de mal humor.

Que conste que no pretendo justificar las malas acciones de los demás ni mucho menos decirles que acepten los malos tratos de sus semejantes, pero algo que he aprendido con los años es la empatía con las personas, date la oportunidad de pasar otro día por el negocio, por la empresa o de hablarle a esa persona, quizás te sorprendas cuando veas que no es como pensabas. 

Ponernos en el lugar de los demás es sencillo cuando pensamos en que con dinero o con un par de zapatos se resuelve, pero cuando tratamos con las personas de carácter difícil no es tan sencillo. Todos podemos tener un día complicado y debemos tratar de que eso no afecte nuestras otras áreas, ni llevar el trabajo a la casa ni viceversa, pero a veces nuestra propia humanidad nos da una mala jugada y terminamos mezclando todo. 

Mi consejo es que te relajes, que pienses muy bien antes de actuar y que procures siempre tener un trato amable con los demás, sea cual sea el dolor que estés experimentado ese tercero no tiene la culpa en lo absoluto y merece respeto. A ti que quizás te ha tocado lidiar con estos casos, se paciente y trata de entender a la otra persona, no por eso quiere decir que sea mala, puede ser que solo esté asustada, triste o desesperada, ya si persiste en la "mala vibra", es hora de ponerle un alto. (Recuerda que puedes llamar la atención o aconsejar a una persona siempre que lo hagas con tus mejores palabras y en aras de ayudar al prójimo).

Sean felices y controlen sus impulsos para con los demás.
                                                                                                                         -Alfonsina Silverio Sosa.

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