¿Tengo buena salud emocional?

Sin ánimos de querer explicar de forma psicológica este concepto y con el debido respeto que se merecen quienes estudian a fondo la conducta humana, es preciso hablarles de la importancia de nuestras emociones. 

Las emociones pueden convertir una pequeña idea en un proyecto grandioso y también pueden destruirlo. 

Cuando las emociones nos arropan cometemos errores pero cuando las olvidamos le perdemos el gusto a la vida. Todos en algún momento hemos sentido alegría, tristeza, miedo, ira, ansiedad, esas por mencionar algunas, en pequeñas dosis son pasables pero en altas pueden ser mortales. Un mal manejo de nuestras emociones puede hacernos perder a un amigo, perder nuestro trabajo, herir a un pariente, cometer un crimen o simplemente hacernos infelices, pues cuando albergamos sentimientos de odio o resentimiento es como carcoma en nuestras vidas.

Una emoción del momento también nos lleva a tomar malas decisiones que al final cuando pasa el efecto emocional, nos arrepentimos. La idea es reflexionar constantemente sobre el uso que le damos a nuestras emociones, pues estas son variantes y cambian constantemente. Por eso no debemos tomar una decisión definitiva bajo la influencia de una emoción temporal. 

Y si hablamos de esas emociones positivas... Esas que nos hacen felices, plenos y hasta creemos estar satisfechos, pero cuidado porque también pueden ser temporales y en ocasiones nocivas para nuestra salud, eso explica como una relación de pareja puede terminar en una obsesión o en un ataque de celos por parte de uno de los dos.

Lo maravilloso de todo esto es que se puede trabajar. Hay emociones inesperadas que escapan de nuestro control y que simplemente a veces nos ganan, pero cada día las vamos educando, moldeando y/o controlando. 

Mira bien con quienes te juntas pues reflejamos lo que extraemos de las personas con las que compartimos, elige sabiamente. Detente a pensar la forma en que manejas las situaciones de tu hogar, de tu familia y de tu trabajo, si te afecta mucho la percepción que tienen de ti las personas, tu postura frente a las criticas, tu capacidad de reconocer tus errores. Y poco a poco mientras más practiques el hábito de la auto-evaluación mejor te sentirás contigo.

Hablemos de las grandes cosas que pasan cuando utilizamos emociones que nos impulsan. A veces solo nos hace falta un ligero toque de entusiasmo y ¡Boom! Hacemos que suceda. Con un poquito de pasión en nuestros proyectos obtenemos grandes resultados y mejor nos sale. Grandes cosas suceden cuando podemos admirar el talento en otros, cuando nos entregamos por completo a causas sociales y comunitarias, cuando nos hace felices la felicidad de quienes nos rodean, porque todos esos sentimientos nos producen bienestar.

La salud emocional es tan importante como la salud física. Pues nuestras emociones vienen de nuestros sentimientos y lo que sentimos se conecta con lo que pensamos. Un balance correcto de nuestras emociones nos da estabilidad y nos garantiza satisfacción. Es como un dulce de postre, en pequeñas cantidades es divino, pero un día completo ingiriendo dulces nos produce malestar y trae consecuencias.

Pienso, reflexiono, siento y actúo.

                                                                                                                          - Alfonsina Silverio S.


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