Estoy diciendo la verdad!!!
No hay cosa más molesta y dolorosa que estar diciendo la verdad y que no te crean. Valoro el criterio y pensamiento de cada persona, pero no siempre lo comparto. Tuve una experiencia que debo dejar plasmada por si a alguien le ha pasado, se identifique y no se sienta solo en esto.
"Alguien decía que me había entregado un papel y yo decía que no, mi jefe como todo buen juez examinó ambas tesis y al final no nos dio a ninguno la razón, pero era yo quien decía la verdad". Me voy a detener en este punto y daré algunas pautas a seguir para cuando estés pasando por esto en tu trabajo, en la universidad, con tu familia o simplemente en tu circulo social:
1- Confía en Dios. Es el punto clave de toda situación. Cuando confiamos en Dios nos sentimos seguros y tranquilos. En momentos difíciles sentimos su apoyo, su abrazo y su cuidado especial.
2- No pierdas la calma. (Puedes leer en este algo relacionado con este punto en este blog). El secreto está en dejar que todo fluya y no desesperarnos, escuchar atentamente y solo hablar cuando sea necesario. Que nada robe tu paz.
3- Mantén tu postura y seguridad. Pues cuando tienes la verdad la parte contraria tratará de que te quiebres y aceptes su creencia como válida y certera.
Resulta que llegada la tardecita, luego de hablar con alguien y citarle una de mis frases preferidas "Dios tiene el control yo tranquila y serena", apareció la persona con el papel que creía me había entregado, solo le sonreí y cuando fue abordado por mi jefe se disculpó. Estoy segura que fue una intervención divina, Dios pelea por nosotros a cada momento y nos ayuda a salir por la puerta grande. ¿Cómo hubiera terminado todo si me pusiera a discutir? ¿Qué habría pasado si hubiera desmayado en mi postura? CUANDO TIENES LA VERDAD solo te resta DESCANSAR en DIOS y mantener la CALMA. Ya verás como todas las cosas vuelven a su lugar.
-Alfonsina Silverio S.
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