Soy feliz con la felicidad ajena.

A propósito de que ando bien feliz porque culmino una etapa importante en mi vida que me acerca a mi ejercicio profesional anhelado, es preciso contarles de algo que siempre nos pasa.

Iniciaremos con una pregunta reflexiva... ¿Qué tanto disfruto la alegría de otros? ¿Soy feliz viendo a otros triunfar? ¿Hay cosas en mí que me impiden ser feliz en la medida en que otros lo son? Y hago estas simples preguntas por lo que percibo a mi alrededor, mi alegría la comparten personas que me aprecian, algunos familiares y amigos pero a otros le molesta el estado de satisfacción en el que me encuentro.

Con este escrito no pretendo cambiar a nadie ni tampoco herir los sentimientos de ninguno de mis lectores, pero sí me gustaría que pensemos en esto. La verdadera felicidad consiste en disfrutar cada momento bueno, sea o no sea yo el protagonista. 

La palabra de Dios establece en el libro de Romanos, capitulo 12, versículo 15, lo siguiente: "Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran". Hay que adaptarnos a la situación del otro, en esto consiste la empatía, el famoso "hoy por ti, mañana por mi". Los seres humanos somos muy susceptibles y a veces egocéntricos, todo nos afecta y por lo general creemos merecer las cosas más que otros, por eso cuando le pasan cosas buenas a los demás deseamos que seamos nosotros y ellos no, esa no es la actitud correcta. 

Seremos verdaderamente felices en la medida en que tengamos la capacidad de disfrutar los logros y éxitos de nuestros semejantes, no con hipocresía, sino con satisfacción. Todos nacimos con un propósito, sin que suene muy cliché es cierto, pues todos tenemos cualidades, aptitudes, destrezas habilidades y talentos que nos destacan del resto.

Hoy respira y sonríe con el que sonríe, que no te duela ni te afecte lo que otros están viviendo, pues tu momento llegará y también lo disfrutarán contigo.

                                                                                                                       -Alfonsina Silverio Sosa