GRATITUD!

¿Qué me cuesta darle las gracias al joven que llenó el tanque de mi vehículo o al que me entregó las frutas que compré en el mercado? 

La gratitud es un don que no todos poseen pero que hay que aprender a cultivarlo. No es solo decir ¡Gracias!. Es demostrar con hechos que aprecio lo que el otro ha hecho por mí. La gratitud va en todos los aspectos de la vida. El primer acto de gratitud va dirigido a Dios, por regalarnos la vida, una oportunidad de vivir y ser mejores, porque nos cubre y nos protege en un mundo donde colapsa a cada minuto y salir vivo día a día es una victoria más.

Con nuestra familia, amigos, jefes y con todo el prójimo también debemos ser agradecidos. Por lo general se pierden muchas oportunidades y se pierde el vínculo con buenas personas, por no ser agradecidos y por no valorar el tiempo, el amor y el cuidado que tienen hacia nosotros. Agradece siempre a todos y por todo, se bueno y justifica tu propósito en esta vida. 

¿Qué me cuesta darle las gracias al joven que llenó el tanque de mi vehículo o al que me entregó las frutas que compré en el mercado? De hecho no cuesta nada y muy por el contrario recibo más de lo que invierto, hago empatía con mi prójimo y demuestro ser una persona fiable, atenta y que indudablemente está fundamentada en valores.

No SEAMOS lo que CRITICAMOS. Nos duele cuando hacemos un bien y nos pagan mal, nos molesta cuando vemos como seres a quienes les extendimos una mano amiga hoy son los primeros que se levantan en nuestra contra, vamos a pensar en que ese dolor y esa impotencia que sentimos cuando nos fallan, es la misma que sienten quienes nos ayudan cuando no somos agradecidos. 

Vamos a demostrar a cada minuto y a cada segundo que apreciamos a quienes nos ayudan, a quienes nos aconsejan, a los que están ahí cuando nos sentimos solos, tristes, con problemas económicos, a quienes nos inspiran, a quienes nos enseñan y sobre todo a aquellos que siguen ahí cuando le hemos fallado.

HOY vamos a poner de moda la GRATITUD! Ese don que nos hace grandes pero no de edad ni de tamaño, sino de espíritu. Y como se enseña a través del ejemplo... Gracias a ti por leerme, Dios te bendiga y te dé un hermoso día!

                                                                                                                       -Alfonsina Silverio S.